lunes, 30 de abril de 2012

Modificación reflexión tema I


Este bloque me ha parecido muy interesante porque ya que aunque podía hacerme una idea de lo que podía tratar la asignatura, no sabía encaminarla demasiado bien.


La verdad es que tenía ganas de empezar a llevar a cabo la asignatura ya que llamaba mi atención y siempre me ha gustado el tema relacionado con los libros, especialmente los infantiles.


Este bloque me ha servido para poder tener las ideas más claras y estructuradas respecto a la literatura infantil, adentrándome en este campo para poder ir aumentando los conocimientos con referencia a esto.


Comenzamos el tema diferenciando los términos esenciales con respecto a la literatura. Tener claro de lo que hablamos al tratar la literatura infantil, y saber diferenciarlo de otros términos como la paraliteratura o la subliteratura para evitar cualquier tipo de confusión.


Al tener claros estos conceptos y su diferenciación es cuando hemos comenzado a desarrollar el tema sin tener ningún tipo de confusión y pudiendo hablar con propiedad al referirnos a la literatura infantil.


Por otra parte, durante el desarrollo de este bloque me he dado cuenta de lo necesario que es conocer a los niños, su psicología, sus intereses y preocupaciones, para poder así acercarles aquellos libros que llamen más su atención y les hagan disfrutar, despertando en ellos la motivación las ganas, que son dos puntos clave para llevarlo a cabo.


Además, a parte de toda la teoría que hemos ido viendo, hemos podido poner en práctica todo lo explicado en clase, mediante libros que nos trajo Irune a clase. Hemos visto muchos cuentos para aprender los diferentes tipos que hay y las diferencias que encontramos en ellos.


Personalmente, conocía la existencia de una gran variedad de libros, pero me ha sorprendido la gran cantidad que podemos encontrar de libros diversos, los cuales todos son interesantes y muy propios para inculcar a los niños.


El hecho de traer los libros a clase me ha parecido muy buena idea y muy interesante, ya que con la práctica es como mejor se ven las cosas, y así podemos entender perfectamente la teoría explicada, de tal forma que acabamos siendo capaces de reconocer la buena literatura infantil, para en un futuro, cuando estemos al mando de la clase, podamos ser capaces de seleccionar aquello que consideramos imprescindible y necesario tratar y podamos tener peso en nuestros argumentos acerca del tema.


Al saber reconocer nosotros un buen libro para niños, somos capaces de transmitir la importancia de la lectura, lo mucho que pueden aprender a través de los cuentos y el hecho de que vean la lectura como algo positivo, algo divertido para ellos.


Y aunque aún me queda mucho por aprender a lo largo del curso, considero que este bloque es la base para poder seguir avanzando, aprendiendo más y más y poder llevarlo a cabo en un futuro, teniendo clara ya no sólo la importancia, sino la necesidad de tener en cuenta los intereses de los niños y sin olvidar que somos nosotros los que debemos apoyar y ayudar a que los niños sientan gusto e interés por la lectura, ya que somos el modelo a seguir de nuestros niños.


Como futura maestra considero necesario seguir avanzando en este tema, seguir relacionándome con los libros para poder aprender más y coger más experiencia a la hora de seleccionar los libros más adecuados para los niños y conseguir así desarrollar en ellos el mayor interés posible por el mundo de la lectura.


Además, este conocimiento sobre los libros, nos permitirá seleccionar aquellos libros que consideramos imprescindibles tener en nuestra biblioteca de aula.


Para ello, Irune nos ha adentrado de la mejor forma posible en este mundo, enseñándonos una serie de libros geniales, los cuales me han encantado y considero imprescindibles de tener en mi biblioteca de aula en un futuro, como por ejemplo: “Adivina cuánto te quiero” o “Un bicho extraño”.


Considero necesario tener en mi futura biblioteca de aula, libros de géneros variados, de temas diversos de tratar, que sean cercanos a los niños y resulten de interés para ellos, para que conozcan y se relacionen de la mayor forma posible con la realidad.


Debo saber adentrar este tema a los niños que aún no saben leer, motivándoles y consiguiendo que sientan admiración, a través de la escucha, por lo que tengo que seguir trabajando para llevar a cabo la lectura hacia los niños de la mejor forma posible.


Considero imprescindible tener en cuenta las necesidades e intereses de los niños, ya que en este primer tema es una de las cosas más importantes que hemos visto. Por ello debo seguir trabajando para saber distinguir las diversas necesidades e intereses que puedo encontrarme en un futuro y saber así qué libros son los que debo escoger según las diversas circunstancias.


Creo que poco a poco se van adaptando más los libros a las necesidades individuales de los niños, ya que en épocas anteriores no era así, sino que se daba a los niños libros que no eran adecuados para ellos, lo que en la actualidad es considerado un error, ya que somos testigos de una continua evolución muy grata y favorable para nuestros futuros alumnos.

lunes, 23 de abril de 2012

Modificación tema I




Como os dije en la presentación, a lo largo de este blog iré exponiendo de la mejor forma que pueda, los diferentes temas que tratemos en clase.


Para empezar a dar forma a esto, debemos empezar haciéndonos una pregunta: ¿qué es la literatura infantil?




Pues bien, para hacerlo de forma más clara y sencilla vamos a dividirlo en dos partes, por un lado literatura, y por otro lado infantil.


Si nos ceñimos a la definición que hace la RAE (Real Academia Española), podemos definir la literatura como el arte que emplea como medio de expresión una lengua. También hace referencia al conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género o al conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=literatura


Respecto a esta definición puedo estar en parte de acuerdo, ya que considero tras lo visto en clase que es el arte que utiliza como medio de expresión el lenguaje. Pero me parece por otro lado, que esta definición se mete demasiado en otros ámbitos, dejando de lado la finalidad propia de la literatura que consiste en desarrollar lo estético, lo artístico.
Debido a las dudas que me provocaba esta definición, decidí llevar a cabo la realización de una definición propia de literatura, con aquellos datos y aspectos que habíamos tratado de ella en clase, teniendo como resultado la siguiente definición:


Literatura: forma de expresión convertida en arte, es decir, es la función poética del lenguaje. Estamos frente a textos de ficción, es decir, elementos reales creados para personas. Aquello que yo recreo, por lo que hablamos de subjetivismo. La literatura tiene como principal fin desarrollar la estética, lo artístico. Por lo tanto, es el encuentro con la belleza formal a través de la narración y la literatura.
Antes de continuar, debemos hacer una aclaración para no confundir la literatura con la paraliteratura.


A diferencia de lo explicado anteriormente, la paraliteratura está formada por textos que comparten aspectos con textos literarios pero les falta algo para que sean textos literarios. Por ejemplo, los diarios o las biografías, los cuales están basados en datos reales de la persona y por lo tanto no se puede introducir ficción. La paraliteratura puede tener fines moralizantes, educativos, tiene como finalidad enseñar algo, por lo que estamos ante un fin diferente respecto al de la literatura.


Además de esta diferenciación entre literatura y paraliteratura, podemos diferenciar también un tercer género que recibe el nombre de subliteratura, en la que los autores se adaptan a lo que la sociedad quiere y busca en ese momento, ya que se piensa que de esta manera se consigue tener un mayor número de lectores y ellos pueden sacar así un mayor beneficio. Por lo tanto podemos decir que su fin no es el de crear arte y alcanzar lo estético como ocurre en la literatura, sino como hemos dicho antes sacar un mayor beneficio económico.
En lo referente al término de infantil, podemos decir que abarca el periodo de edad de hasta los 12 años.
En verdad, son las editoriales las que establecen la división entre los primeros lectores (hasta los 6 años de edad) y el resto (a partir de los 6 años de edad). Deciden a qué edad tiene que ir dirigido. La primera editorial que llevó a cabo esta división, fue S.M.


En el momento en que quedaron claros los términos de literatura y de infantil por separado, llegó la hora de ponerse en marcha para encontrar la definición perfecta de literatura infantil. Cada uno de nosotros debía buscar en casa una definición de literatura infantil, para después exponerla en clase y argumentar el porqué estábamos o no de acuerdo con dicha definición.
Yo personalmente encontré dos definiciones con las que estoy de acuerdo, son las siguientes:


En 1984, JUAN CERVERA, coincide en que en la literatura infantil se integran todas las manifestaciones y actividades que tienen como base la palabra con finalidad artística o lúdica que interesen al niño.


Aunque no tiene por qué tener siempre una finalidad lúdica, esta definición integra tanto que se busca el desarrollo de lo artístico y lo estético, como que debe estar destinado a niños y por tanto buscar aquello que les interese.



En 1985, MARISA BORTOLUSSI, califica como literatura infantil: “la obra artística destinada a un público infantil”.




Al igual que Juan Cervera, Marisa Bortolussi remarca también la necesidad de que la literatura infantil esté destinada a los niños, en lo que estoy totalmente de acuerdo, ya que en mi opinión, si estuviera escrita dirigida a un público adulto, seguramente no se tocaran tan a fondo los gustos e intereses del niño, y por tanto, no sería leída con las mismas ganas y la misma intriga por saber de que trata.




Por lo tanto, la literatura infantil es aquella forma de expresión convertida en arte, es decir, el arte de la palabra, destinada a niños de hasta 12 años de edad. No está enfocada a enseñar, ni a incluir al niño en la sociedad adulta, sino que tiene como fin la función poética, el desarrollo de lo artístico. Se lleva a cabo sin esperar nada a cambio, sólo para conseguir que éstos disfruten con lo que leen. A la hora de ponerlo en marcha la pregunta que nos debemos hacer es: ¿qué le gusta al niño?, ya que es de esta forma como lo haremos de forma correcta.


Para contestar a esta pregunta, y sabiendo ya que la literatura infantil debe girar en torno a los gustos e intereses de los niños, debemos conocer las características que debe tener la literatura infantil.


Para ello tuvimos que seguir el mismo procedimiento que con la definición. En casa debimos buscar información sobre las características de la literatura infantil, a lo que yo encontré en internet lo siguiente:


 -Sinceridad: convicción de lo que se narra


 -Veracidad: debe diferenciarse lo real de lo fantástico


 -Contenido ideológico amplio: encontrar en ella defensa de valores humanos y sociales


-Calidad: formalmente compuesto y bellamente escrito


-Tono: ágil, natural y coloquial


-Vocabulario: variado, adecuado, preciso e imaginativo


-Reiteración: es importante para captar así la atención y dar más fuerza al relato



http://html.rincondelvago.com/literatura-infantil_2.html



Por otro lado encontré lo siguiente, que trata los temas con los que se identifica muy bien el niño:



-Fantasía: relumbra, hechiza y sorprende


-Humor: fino e inteligente


-Aventura: aumenta según se adentra en la historia


-Heroísmo: lucha por el anhelo de un mundo mejor


-Esperanza: la cual sostiene y alienta la vida


También nos dice que el lenguaje debe ser asequible pero a su vez mágico




Debemos tener en cuenta también:
-Trama lineal, aunque últimamente la evolución de la LI ha llevado a tramas un poco más complejas, con diferentes planos temporales, varias voces narrativas y tramas secundarias como en la gran literatura, aunque, por supuesto, sin llegar a niveles semánticos demasiado complejos que la hagan inaccesible al joven lector.


 -El tiempo y el lugar generalmente son inmanentes o arquetipales, establecidos mediante referentes tales como “Había una vez”, “En un lugar muy lejos de aquí”, “Hace mucho tiempo”, entre otros.


 -Imágenes de maravillosa sencillez.


 -Estilo no recargado, sino muy ágil y dinámico.


 -Empleo frecuente del diálogo, en un estilo narrativo directo.

 -Actualmente se observa con mucha frecuencia la presencia de personajes genéricos como “topo”, “sapo”, “ardilla”…


 -Empleo exhaustivo del sinsentido, el absurdo, la hipérbole, y otros recursos humorísticos

-No se detiene mucho en la descripción de personajes o lugares, para ganar tensión narrativa.


Debemos tener en cuenta, lo que interesa al niño, respecto al:
Tema: tiene que ser un tema que interese a los niños. 

Lenguaje o estilo: Tiene que ser sencillo pero no simple, es decir, asequible a su edad y a su momento evolutivo, pero teniendo en cuenta que son niños pero no tontos. Las frases tienen que ser cortas (oraciones simples).
Estructura: Tiene que estar adaptada a su momento evolutivo. Tiene que ser lineal y puede ser acumulativa, es decir, durante el nudo se repite una acción varias veces.
Contexto (Espacio y tiempo): Los espacios tienen que ser reconocibles. Y con respecto al tiempo, no debe cambiarse, ya que se perderían.


Personajes: El niño se tiene que poder identificar con el protagonista o los protagonistas. Debido a que en esta edad todavía está presente el animismo, el niño puede sentirse identificado con animales. Sí el protagonista es un niño tiene que tener las mismas características evolutivas que los niños que lo van a leer.


Imágenes: Las imágenes han de ser grandes, atractivas y que puedan reconocer e interpretar; y que el niño, una vez que le hayan leído el libro puede seguir la historia gracias a las ilustraciones.


Formato del libro: Tienen que ser libros resistentes, flexibles; con una portada llamativa y fuerte; con poco texto, que tenga la letra grande y muchas imágenes.


Valores: En muchas ocasiones la historia comienza en un valor negativo, por ejemplo que el niño no quiere dormir o se porta mal, pero termina en un valor positivo ya que se da cuenta de que eso que hace no está bien.


 Las características deben variar y amoldarse según la edad que corresponda a los receptores, por lo que podemos distinguir entre:
De los 0 a los 2 años debido a encontrarse en la etapa sensorio motriz y por tanto explorar el mundo a través de los sentidos, le interesan los cuentos con sonido y que sean muy llamativos visualmente.


De los 2 a los 5 años se encuentran en la etapa de representación preoperatoria, que es cuando comienzan a construir símbolos.Tienen una inclinación por la interpretación mágica de la realidad y no separan bien lo que es de sí mismo y lo que es parte del mundo que les rodea. En esta etapa les gustan los cuentos cuyo eje sea un niño como él y en el que puedan identificar objetos o nociones.


De los 5 a los 7 años, desarrollan el concepto de identidad individual y su autoestima y siguen siendo muy imaginativos. Los cuentos recomendados a estas edades son los que les permiten trabajar sus temores, cuentos que tengan finales justos y felices...


Quizás debemos ampliar un poco el tema de las características, para dar este apartado por finalizado:


El tema debe ser de interés para los niños como hemos dicho anteriormente. A los niños les gustan los cuentos relacionados con las emociones, los sentimientos, aquellos en los que se tratan los miedos, los sueños,…Son temas que captan mucho su atención y de los que no se cansarían de escuchar una y otra vez.


El lenguaje tiene que ser sencillo, asequible a la edad del niño, que no le resulte complicado, pero a su vez no debe ser simple, es decir, no ser demasiado monótono, lo que puede resultar aburrido para ellos. Las frases tienen que ser cortas. El lenguaje de los personajes debe estar totalmente adecuado a la realidad, es decir, cada personaje debe hablar de la forma en que lo haría en la realidad: un niño debe hablar como un niño, al iguales que los padres deben hablar como padres, ya que si no se produciría confusión en el niño.
En cuanto a la estructura, podemos decir que debe ser lineal, es decir, tratarse de planteamiento, nudo y desenlace, pudiendo ser normal o acumulativa, en la que estaríamos ante la repetición continuada de una acción a lo largo del desarrollo del nudo.


Un ejemplo de estructura acumulativa sería el libro de “Petra”.

Otro tipo de estructura sería la circular, que consiste en que al acabar el cuento, podemos volver a empezar la historia, ya que el principio y el final están a su vez unidos. Un ejemplo de este tipo de estructura sería: “Un bicho extraño”.




El espacio debe ser reconocible para el niño, hacer referencia a aquellos lugares que resultan familiares para el niño, que los conozca perfectamente.
Con respecto al tiempo debe ser fijo, es decir, no podemos estar cambiando de presente a futuro, o pasado, ya que de esa forma el niño sufriría una confusión y perdería totalmente el hilo de la historia.


Los personajes deben resultar familiares al niño. Debe sentirse identificado con ellos, sobre todo con el protagonista, por lo que suele ser un niño de su edad que tenga unas características iguales al niño y que lleve a cabo una acción en la que él pueda verse reflejado, aunque en esta época está aún muy presente el animismo, es decir, los niños tienden a dar vida a las cosas, tienden a pensar que los animales hablan y que las cosas tienen vida propia.


En cuanto al formato del libro, los libros de infantil tienen que ser libros resistentes, que tengan una portada fuerte y esté formado de páginas gorditas, agujeros en las páginas o espirales, para facilitar así al niño el pase de las hojas. Las imágenes del libro deben ser llamativas, ya que tienen un papel muy importante en infantil. Deben representar muy bien la historia para que el niño sea capaz de poder seguir la historia del libro, únicamente a través de las ilustraciones. La letra debe ser grande y llamativa para poder captar la atención del niño.
Finalmente, en lo que se refiere a los valores, la mayoría de libros empiezan con un valor negativo reflejado, el cual cambia totalmente, apareciendo al final de la historia como positivo, como por ejemplo puede ocurrir cuando el protagonista del cuento no quiere comer y al final acaba comiendo ya que se da cuenta de que es algo necesario para su salud. Pero no siempre tiene por que empezar mal y acabar bien, sino que puede empezar también con un valor positivo desde el principio y acabar igual, o puede ser que acabe mal la historia, aunque es algo muy poco probable.
Para un mayor entendimiento de este conjunto de características, en una próxima entrada colgaré un ejemplo más concreto.
Lo que podemos tener claro es el hecho de que si encontramos un libro que contenga todas estas características, estaremos ante un gran ejemplo de literatura infantil.


 Para poder poner en orden nuestras ideas de cómo la literatura infantil llegó hasta conseguir la forma que muestra en el presente, debemos hacer un breve recorrido por su historia.

Sólo a partir del siglo XVIII puede hablarse propiamente de los comienzos de la literatura para niños, puesto que en esta época no se “resguardaba” a los niños de tema de adultos como podían ser la violencia, las enfermedades, el sexo, etc. ya que los niños lo veían todo, ya fuera porque los adultos venían de la guerra y sólo podían ir a sus casa, donde contaban todo lo que les había ocurrido en ella, y los más pequeños estaban delante y lo oían; porque las casa no estaban separadas por habitaciones, y los niños siempre estaban junto con los adultos y al hablarse de temas que no son muy adecuados para ellos, no les hacían taparse los oídos ni nada por el estilo, por lo que también se enteraban de dichos temas sin ningún tapujo.


Los libros a los que accedían los niños, ya fuera en casa o en la escuela, era libros escritos para adultos, puesto que todavía no se habían escrito libros destinados a ellos y aún así no todos los niños tenían la por desgracia la posibilidad de leer, ya que en esa época era muy cara la lectura y sólo podían acceder a ella los más ricos y privilegiados.


Pero a partir de entonces, se comienza a estudiar a los niños en la literatura, sus intereses, y su psicología, esto ocurre a finales del siglo XVIII principios del XIX, con los primeros libros de literatura juvenil.

A finales del siglo XIX, Saturnino Calleja e hijos inventaron una nueva forma de hacer literatura, con libros baratos en papeles malos, más finos y más pequeños, con impresión y encuadernación peor. A estos libros se los conocieron como libros de bolsillo, libros que estuvieran al alcance de todos.


Pero todavía esta literatura infantil no era la que conocemos de la actualidad, sino que sus personajes eran todavía planos, sin psicología real, por lo que los más pequeños nunca se podían identificar con ellos. Y no estaban escritos pensando en ellos, sino que su fin era educar y moralizar a los niños.


Para el desarrollo de una literatura infantil de calidad el factor más influyente fue la modernización de las ideas educativas, especialmente impulsadas en España por la Institución Libre de Enseñanza, una entidad inspirada en las ideas krausistas y creada en Madrid en 1876. Sus criterios educativos caracterizaron las corrientes educativas renovadoras en el paso del siglo XIX al XX y condujeron a la apuesta por una literatura capaz de contribuir al desarrollo integral de los niños con planteamientos estéticos exigentes, por lo que muchas de ellas han quedado consagradas por la literatura infantil y juvenil como los clásicos de este tipo de literatura.


Ya a partir del siglo XX se empezó a escribir literatura infantil, para niños de unos 10-12 años.
Y con ella salió a la fama Celia, el primer protagonista niño, con características de niños, ya no era un personaje plano.


En los años 50, surge el primer libro totalmente ilustrado a todo color “Mari Pepa”.
La primera persona preocupada por la literatura infantil fue el editor Saturnino Calleja.


Desde los 60, la literatura infantil comienza a perder su carácter didáctico y moralizante y se empieza a hacer literatura para los más pequeños, o mejor dicho, para los niños considerados como juveniles, puesto que a los niños en edades comprendidas entre los 0-6 años no se les tiene en cuenta en la literatura infantil hasta los años 90.


A partir de los años 80-90 se considera que los niños menores de 6 años pueden tener capacidad de leer literatura, y se empieza a realizar libros para ellos.


En los años 90 comienzan a escribirse libros en los que se busca crear arte, no solo en el contenido sino también en la portada, con el formato… para niños de todas las edades incluidos los de infantil.


En la actualidad se tiene clara la idea de que es necesario que los personajes del cuento tengan una personalidad con la que el niño que la lea se pueda sentir identificado con ella, lo que en el pasado no surgía, ya que se trataba al niño como si fuera un adulto en miniatura.


En cuanto a los géneros literarios propios de la literatura infantil, podemos decir que no existen libros de teatro infantil, ya que no serían bien entendidos por el niño, debido a que debe ser leído por varias personas que representen a cada personaje, y si lo lee una única persona surgirían muchas dudas en el niño, lo que llevaría al desinterés.


Con lo que respecta a la poesía, existe una poesía lírica, la cual expresa los sentimientos, y otra poesía épica, que narra historias de héroes y dioses.


En sus orígenes, la poesía lírica no iba dirigida como tal a los niños, sino que era más bien escrita para las madres, ya que trata temas difíciles de entender para el niño. Lo que se quiere transmitir no es algo que vaya a despertar el interés en el niño.


Y es entonces, en la época de la postguerra, cuando Gloria Fuertes (1917-1998), llegó a la conclusión de que era necesario escribir poesía para niños, por lo que comenzó a investigar, llegando a dar un giro significativo a la poesía infantil del momento.



Gloria Fuertes busca una poesía que consiga emocionar por el calor de lo verdadero, ante todo que se escriban pensando en lo que interesa verdaderamente al niño e introduciendo el tema del absurdo, siempre estando presente el humor.


Entre sus obras podemos destacar aquella que le dio nombre: Que estás en la tierra (1962), Poeta de Guardia (1968), Todo asusta.



http://www.gloriafuertes.org/biografia.htm


Algunos datos de interés, sobre los que he podido investigar un poco son los siguientes:
Al plantearnos quién sería el mayor representante de la literatura infantil, nos sería un poco difícil llegar a encontrarlo, por el hecho de que son muchos los autores significativos de dicho género.
Aún así, uno de los máximos exponentes es Juan Farias (1935-2001), quien recibió el premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con una de las mejores obras del siglo XX español: “Algunos niños, tres perros y más cosas”.




http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/juanfarias/


También podemos destacar a Juan Cervera (1928-1996), el eje central de su investigación fue siempre la Literatura Infantil en España, tanto en el ámbito docente, como en su obra de investigación.

http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/cervera/


Por otro lado, me parece interesante nombrar a Alfredo Gómez Cerdá, ganador del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Literatura Infantil y Juvenil de 2009.






En cuanto a los mejores ilustradores referentes a la literatura infantil, podemos hacer referencia a Arthur Rackham. Entre sus trabajos más conocidos figuran libros infantiles como los cuentos de los hermanos Grimm, Peter Pan o Alicia en el país de las maravillas, entre otros.



La producción de Edmund Dulac, incluye historias de la mil y una noches, La Cenicienta, La Bella Durmiente y otros cuentos de hadas, Las campanadas y otros poemas de Edgar Allan Poe.



Warwick Goble, Se especializó en cuentos de hadas, y escenas exóticas de Japón, India y Arabia. También ilustró “La Guerra de los Mundos” de H. G. Wells, que fue una de sus primeras ilustraciones publicadas, pero pronto sería seguido por una serie para el Libro de Baal.




Y para terminar nombraré a un artista más actual que se basó en las técnicas de los anteriores.


Dicho artista recibe el nombre de John Patience





Pero, estos ilustradores nombrados son de literatura infantil en general, es decir, no son propios para infantil como tal.


Al hablar de ilustradores de literatura infantil para infantil podríamos hablar de Ana María Matute Ausejo, Alfredo Gómez Cerdá, el cual ganó el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Literatura Infantil y Juventud de 2009), Eliacer Cansino, Sam McBratney, Michael Ende...


Haciendo referencia a las editoriales más destacadas, podemos nombrar: SM, Bruño, Everest, Alfaguara, Kókinos,…



A continuación pongo los enlaces de algunas de las editoriales nombradas, con el fin de poder conocerlas más a fondo y saber cuáles son sus intereses mayores. Considero estas páginas de gran ayuda y utilidad a la hora de informarse acerca de un libro.









En Madrid, podemos encontrar la presencia de una serie de librerías dedicadas únicamente a la literatura infantil. Entre ellas podríamos citar:





-Librería “El Dragón Lector”
http://www.eldragonlector.com/





-Librería “Kirikú y la bruja”
http://www.kirikuylabruja.com/





-Librería “Mumú”
http://www.libreriamumu.es/





-Librería “La mar de letras”
http://www.lamardeletras.com/





Me ha sorprendido mucho la verdad, ya que pensaba que no había tantas librerías que estuvieran destinadas exclusivamente a la literatura infantil. Me imaginaba, ya que


conocer no conocía, la existencia de alguna pero no el gran número de ellas que podemos encontrar.


Bueno, y nada más que contaros, simplemente espero que os haya gustado y sobre todo que os haya servido de ayuda y os haya sido de interés. Yo por mi parte lo he intentado hacer de la mejor forma posible.