lunes, 7 de mayo de 2012

Modificación bloque III


En este bloque vamos a tratar la hora del cuento.

La hora del cuento es un momento muy importante en la trayectoria del niño. Sirve para trabajar con libros y cuentos en el aula, de forma que se trabaja el interés de los niños por la lectura a través de diversas técnicas.

En la hora del cuento debe participar toda la clase, deben estar todos los niños presentes participando por igual.

El cuento es un tema de gran importancia en el niño, ya que desde los primeros, el niño debe tener un instrumento que le ayude en su fantasía a construir estructuras sólidas y reforzar su capacidad de imaginación.

Además de ser un instrumento de ayuda para el niño, el cuento da al niño una amplia serie de posibilidades de apertura a la vida cotidiana, que sin él, posiblemente no hubiera alcanzado. Esto se alcanza debido a la variedad de temas, situaciones, ambientes y personajes que encontramos recogidos en los cuentos.

Gracias a los cuentos, el niño puede relacionar estos con la vida real y conocer así las diversas situaciones que se dan en el día a día, conocer la difícil vida de algunas personas, los problemas de la actualidad, los diferentes tipos de vida según culturas y sociedades,…

Y también aprenden un punto muy importante, que consiste en aprender a ver las cosas desde los ojos de otra persona, saber que existen otros puntos de vista diferentes al suyo.

Si nos referimos a la función principal del cuento, podemos hablar de la alegría y las emociones que proporciona al niño, a la vez que estimula su espíritu.

Además, favorece la ejercitación de su inteligencia y memoria, a la hora de conservar el cuento y de su imaginación, despertando su espíritu creador.

Permite al niño crear situaciones diferentes a las de la vida real, y por otro lado, comprender realidades con las que vive a diario.

Le permite establecer una comprensión oral correcta en la narración por parte del niño, descubrir la relación que existe entre el planteamiento, nudo y desenlace de una historia, enumerando las acciones que realizan los personajes de las historias.

Otra de las funciones que desempeña el cuento en el niño, consiste en aprender a narrar, a expresarse oralmente, posibilitando la exposición oral de los cuentos, lo que favorece el vocabulario del niño, ya que se introducen en él términos nuevos con sus respectivos significados.

Permite también que el niño adquiera una correcta pronunciación de palabras nuevas para él o de difícil vocalización, consiguiendo distinguir sonidos relacionados con acciones, personajes,…



Además, los niños trabajan la memoria a medio-corto plazo, al relacionar las diferentes ideas expuestas en el cuento.


Como decía anteriormente, la hora del cuento es muy importante, ya que les transmitimos tanto el gusto por la lectura, como la manera de tratarlos, con un comportamiento adecuado, cuidándolos lo mejor posible parea su correcto uso.


Debemos conseguir que el niño nos escuche, para ello debemos saber hasta que punto son capaces de escuchar, cuáles son sus gustos,… para poder de este modo captar su atención, que junto a la memoria, forman la base de la compresión, la cual sirve tanto para textos orales como para la lectura.


Además de lo dicho anteriormente, el niño a través del cuento, adquiere valores, punto muy importante para llevar a cabo su comportamiento de forma correcta. Para conseguir que el niño adquiera diversos valores, debemos contarles cuentos de todo tipo: cuentos populares, cuentos de autores modernos, cuentos de animales, cuentos fantásticos,…


Para conseguir el éxito de un cuento, es muy importante la forma en que el narrador lleva a cabo la historia, captando la emoción e interés de los niños desde el primer momento.

Por ello es tan importante el papel del profesor en el aula a la hora de llevar a cabo el cuento.



Para conseguir la atención adecuada, se debe realizar llevando a cabo una pronunciación correcta, para facilitar así la audición, empleando un tono correcto, de voz media, utilizando diferentes inflexiones de voz para expresar los distintos sentimientos que requiera la historia.


La historia debe ir acompañada de acciones mímicas y gestos, para dar así más vida a la historia, identificándose el narrador con los personajes. Los gestos envuelven, enganchan. Los ojos atraen la atención y las manos imprimen fuerza y expresividad.


Deben utilizarse palabras expresivas y motivadoras y tener una actitud amable, sin perder de vista en ningún momento a los niños, teniendo confianza en sí mismo, la cual se transmitirá de forma inmediata a los niños.


Los niños deberán sentarse alrededor del narrador, en semicírculo, para que puedan observar todas las acciones y gestos del narrador, y éste a su vez pueda captar la completa atención de los pequeños, logrando una gran compenetración entre todos.


Se debe llevar a cabo un orden correcto de la historia, para que el niño pueda seguirla sin problema y no se pierda, ofreciendo al niño el tiempo necesario para asimilar lo que acaba de escuchar y aumente el deseo de éste de continuar con la historia.


Debe transmitirse la esencia del relato, mediante un vocabulario claro, sencillo, lógico, con entusiasmo para mantener la atención del niño, para terminar con un final efectivo.


No debemos olvidarnos de estar pendientes y conocer el tiempo que puedan estar escuchando los niños, ya que a partir de los 15 minutos dejan de escuchar. Desconectan totalmente o dejan escapar muchos detalles.

Por ello nos tenemos que ajustar  no sólo en contenidos y gustos, sino también en tiempo, porque es el maestro el que debe llevar las riendas, para conseguir que salga todo de forma correcta, interactuando con ellos en la mayor forma posible.


Un aspecto que debemos tener claro es que la primera vez que les contemos o leamos un cuento a los niños, éstos no se van a enterar de todos los contenidos, ya que no todos tienen la misma atención y alomejor uno se fija en unos aspectos y otro en otros aspectos. Por ello, a los niños les encanta escuchar el mismo cuento una y otra vez, por lo que debemos llevarlo a cabo, de forma que cada vez que lo escuchen se darán cuenta de un aspecto nuevo del que antes ni se había percatado.


Encontramos diferentes formas de transmisión literaria que existen, es decir, las diversas formas en las que podemos transmitir la literatura a los niños. Es un tema que debemos conocer muy bien y llevarlo a cabo de forma correcta debido a que los niños enseguida nos imitan convirtiéndose ellos mismos en transmisores de literatura.

En la hora del cuento debemos llevar a cabo una serie de preguntas: antes, durante y después del cuento.

Antes de empezar la lectura, se presentará lo que se va a leer o contar, es decir, se lleva a cabo una breve introducción mediante el diálogo y la interacción con los niños para que participen, digan lo que piensas y luego así escuchen el cuento de forma relajada.

Consiste en activar los conocimientos previos del niño, darles una información que ya conocen sobre un tema, a partir de la cual se formulan los propósitos acerca de lo esperado en el texto.

Las respuestas de los niños dependerán de su propia experiencia en relación con el tema tratado y lo que conocen sobre él.

Durante la lectura también pueden llevarse a cabo una serie de preguntas, sólo en el caso de que fuera necesario. Si el cuento es muy largo deberían realizarse, para que los niños participen y no desconecten.

En este periodo, el lector comprueba si la información entregada a partir de la etapa anterior de activación de los conocimientos previos, coincide con lo que le está entregando el texto.

Podemos también parar más o menos a la mitad de la historia y realizar preguntas como: ¿Qué creéis que pasará a continuación?, de forma que os niños participan dando sus diferentes opiniones y creencias.

La realización de preguntas sobre el contenido del texto ayuda para ir entendiendo de forma más clara los sucesos que se van desarrollando.

Finalmente, tras la lectura se realizarán preguntas para saber si a los niños les ha gustado el cuento, que les ha parecido, que piensan sobre los personajes, si se han sentido identificados con alguno de los personajes, que cambiarían del cuento,… Es una parte más subjetiva.

 Encontramos tres formas diferentes de transmisión literaria, y a su vez, una serie de variantes en cada una de ellas. Todas ellas debe llevarse a cabo de forma correcta, utilizando en ellas los materiales que sean necesarios, para ofrecerles a los niños la mayor calidad posible. Son las siguientes:

Narración con libro:





Es la estrategia que más usamos en el primer ciclo de infantil, aunque también en el segundo. El motivo de que se utilice más en el primer ciclo, es porque tienen menos comprensión oral que los del segundo ciclo, y con soporte visual les ayudamos a seguir y comprender la historia.

Consiste en contar un libro. Ese libro tiene que estar en la mano. Enseñando a los niños las imágenes del libro, señalándoselas para que se fijen en ellas, de forma que entre otras cosas se trabaje el conocimiento icónico. También debemos ir preguntándoles a ellos según contamos la historia.

Es importante poner el libro de tal forma que todos lo vean, por lo que es recomendable que sea un libro grande.

El objetivo de ello es que los niños disfruten, desarrollando la imaginación, el lenguaje oral y además el razonamiento icónico, que es la capacidad del ser humano de identificar y comprender imágenes, lo que significa que hay elementos que representan la realidad pero no son la realidad. A su vez tienen un primer contacto con los libros.

Las imágenes del libro deben ser expresivas, que secuencien bien el libro, que representen sentimientos, que los personajes sean identificables,…

Esta técnica, además de desarrollar el razonamiento icónico, hace que los niños presten más atención, ya que están recibiendo información por vía visual y auditiva. La atención de los niños es muy limitada, por lo que engancharles a través de las imágenes es muy buen método.

Si tuviéramos que sacarle un pero a esta estrategia, sería el hecho de que no fomenta la imaginación, con lo cual es conveniente alternar estrategias de trabajo.

 Para prepararnos esta estrategia como maestros, debemos leernos el libro para saber de qué va la historia, y después dejarnos llevar a medida que pasamos las páginas, mientras dejamos que los niños participen para enriquecer así mucho más la historia.

Lectura:





Esta estrategia no debemos emplearla en el primer ciclo, si no más adelante en el segundo, ya que estos últimos conocen el concepto de leer y aguantan más tiempo escuchando. En el primer ciclo puede que aún no presten demasiada atención.
Consiste en reproducir literalmente lo que dice el texto del cuento.

Tenemos que buscar que el texto sea bueno y tener en cuenta la longitud del texto.

Con lo cual cuando leemos algo a los niños le estamos dando modelos de lectura, lo que tendrían que aprender posteriormente, ya que se empieza su enseñanza en esta etapa.

Por ello debemos ser buenos modelos, para ello debemos elegir libros interesantes y llevar a cabo la lectura con una entonación adecuada, haciendo los puntos y siendo expresivos. Debemos también ser lo más naturales posibles.

Tenemos que tener claro que es mejor leerles el libro y después enseñarles las imágenes para que así mientras la lectura hayan imaginado a los personajes, al igual que fomentar la espera.

Dependiendo de nuestra experiencia como profesores, debemos diferenciar que técnica es mejor llevar a cabo, la narración o la lectura, en función del interés y el desarrollo de los niños.



Cuenta-cuentos:







Consiste en contar cuentos sin apoyo visual, es decir, sin libro. Sin imágenes,… que es como se han contado los cuentos toda la vida.

A través de la palabra tienes que transmitir todo: emociones, sensaciones,…

Se puede llevar a cabo en el primer y segundo ciclo, dependiendo de la longitud del cuento, los gustos del niño,…

Podemos ir adaptando el cuento a las respuestas que nos van dando los niños. Para el primer ciclo deben ser cuentos cortitos y si son más largos que contengan imágenes.

Una de las variantes es que los niños escuchen los cuentos con lo ojos cerrados para que no se distraigan y puedan recrear su propia película en su mente.

Es fundamental introducirlo en el aula para desarrollar la imaginación que va muy relacionada con la creatividad, con lo cual es muy importante su uso en educación infantil como en etapas posteriores. Es mejor contarles cuentos o libros que no conozcan o que no tengan un referente visual, ya que así no estarán sugestionados.

No solo debemos interactuar verbalmente, si no también visualmente para que así veamos el interés que tienen los niños. Según vemos su interés cambiaremos cosas de los cuentos.

Hay que crear intriga, es muy importante para crear más expectativas, al igual que debemos ser expresivos como por ejemplo si algo es grande lo hacemos con las manos extendidas…

Podemos cambiar las voces para los personajes, pero no más de tres ya que es más difícil, tenemos que medir nuestras posibilidades, pero teneos que tener claro que por muchas voces que cambiemos no van a entender mejor la historia.

El cuentacuentos es de las tres estrategias la que más desarrolla la imaginación, ya que al no ver imágenes, el receptor se imagina más.

Se puede llevar a cabo de diversas maneras:
Se puede hacer un cuentacuentos con marionetas, lo que se aproximaría a la narración con libro, ya que hay apoyo visual.

También se puede hacer con el proyector.

Por otro lado, se puede crear el personaje cuentacuentos (la profesora se disfraza de hada madrina, por ejemplo, y les cuenta el cuento) a lo que los niños atienden con gran expectación.

Otra idea consiste en tener una mascota de aula, y ser ella la que cuenta a los niños el cuento. La profesora puede cambiar la voz y hacerse pasar por la mascota. Los niños saben perfectamente que es la profesora la que habla, pero es una forma de jugar.

Para llevarlo a cabo en el aula de forma correcta, debemos leerlo, tener clara la idea de cómo vamos a adaptarlo. Hay cuentos que exigen aprenderse cosas de los cuentos de memoria pero lo mejor de ello es la naturalidad.

Una vez que he diferenciado las tres estrategias, debo señalar la importancia de dos temas interesantes:

   1. Enseñar o no enseñar dibujos. En la narración con libro sí deben enseñarse los dibujos, en el cuentacuentos no debe enseñarse los dibujos, y en la lectura, hay tres opciones: no enseñar los dibujos de forma que el niño desarrolle su imaginación. Otra opción es enseñarles los dibujos después, para poder contrastar su imaginación con la del autor, y por último, podemos ir leyendo y enseñando los dibujos a la vez.



   2. Cambiar o no las voces de los personajes. En la lectura no hay que cambiar las voces, a no ser que sean muy chiquititos y queramos cambiarlas. En los otros dos casos, se puede o no cambiarla. No hace falta cambiar las voces para que el niño lo entienda mejor. Cuando son muchos los personajes, es mejor no cambiar las voces, ya que sería demasiado lioso. Lo ideal es que se pueda cambiar en torno a 3 personajes como ocurre por ejemplo en el cuento de: “Los siente cabritillos”.

   Para iniciar y terminar un cuento, podemos destacar una serie de fórmulas:

*  *Inicio: “Había una vez” son las tres palabras que suelen empezar los cuentos, pero no son las únicas que podemos emplear para comenzar nuestras narraciones. Es recomendable que el narrador tenga una serie de frases de inicio para evitar la continua repetición de las mismas, lo que puede llevar al aburrimiento por parte del niño. Algunos inicios serían:

-Aquel que lo vio, corrió y me contó...

-Cuentan las abuelas y los abuelos que...

-En tiempos de María Castaña

-Érase que se era...

-Hace mucho tiempo...

-Ya ni me acuerdo cuando pasó, pero...



*Final: Muchas veces utilizamos la famosa frase “Colorín colorado”, pero no siempre es la frase más adecuada. Encontramos una amplia gama de frases para referirnos al final del cuento:


-Colorín, colorado, este cuento se ha acabado, y el que no se levante se queda pegado.

-Vivieron felices, comieron perdices, y a mí me dieron con un hueso en las narices.

-Y así se cuenta y se vuelve a contar, este cuentecito de nunca acabar.

-Y colorín colorete, por la chimenea salió un cohete.

-Y entonces cataplán, cataplón y cataplín, cataplín, hemos llegado a su fin.



ENLACES INTERESANTES

http://www.cuentacuentos.cc/  (cuentacuentos)

http://elmaestrocuentacuentos.blogspot.com.es/ (cuentacuentos)



http://www.youtube.com/watch?v=rvZ4wem68ac (cuentacuentos grupo aviar)


WEBGRAFÍA:





http://www.guiainfantil.com/libros/Lectura/index.htm

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